El masaje de los miembros inferiores, muslos y piernas, ayuda a relajar una de las zonas mas acusadas por la fatiga de la vida diaria. Relajarán y descontracturarán los grupos musculares que los componen.
El masaje comenzará por la parte posterior aplicándolo en la zona de las piernas (triceps sural => gemelos y sóleo) y los muslos (isquiotibales).
Aplicaremos vaciados venosos, amasamientos laterales y ascendentes, fricciones de palma, digitales y nudillares, finalizando con cacheteo cubital para tonificar los musculas.
En la parte anterior aplicaremos un protocolo similar en muslos (cuadriceps) obviando los amasamientos en la zona de la pierna (tibio-peronea) al estar compuesta de menos masa muscular.
En nuestro tórax se encuentran los músculos que contribuyan a la función de la respiración, como son el diafragma, los músculos intercostales y los escalenos.
El masaje ayuda a relajar los músculos que facilitan la inspiración y espiración logrando aumentar la cantidad de aire que circulan por los pulmones. Se puede combinar con el masaje de abdomen (abdominales, oblicuos) que igualmente ayudará a relajar y liberar la función respiratoria.
Constará de vaciados venosos, amasamientos pectorales, en zona costal y fricciones digitales intercostales y en diafragma. Se aplicará crema de masajes para facilitar las maniobras descritas anteriormente.
Un masaje cráneo facial ayuda a aliviar el estrés acumulado del día a día que produce problemas en nuestro cuerpo tales como migrañas, jaquecas y dolores de cabeza. Se realiza en la cabeza y en la cara, y consigue activar la circulación y oxigenación de las zonas para eliminar la tensión acumulada en ellas.
El masaje constará de maniobras en el cráneo, fricciones suaves en el frontal, entrecejo, amasamientos en cejas, maseteros, mentón y presiones suaves en supraorbitales, pómulos, etc.
Podemos acompañarlo de una masaje de cuello que relajará todo el conjunto cervical y cráneo-facial.